Por qué usar placa colaborante te ahorrará tiempo y dinero
El mundo evoluciona y con él la construcción y la forma en que planificamos nuestros proyectos. Con el tiempo, las empresas de construcción se van enfocando en fabricar materiales de construcción que resulten más seguros y resistentes; pero que también sean más prácticos y versátiles. La placa colaborante es un gran ejemplo de ello.
En este post, te contaremos por qué la placa colaborante es una excelente alternativa, si lo que buscas es lograr construcciones de gran calidad con menos dinero y en menor tiempo.
A la placa colaborante también se la conoce como “steel deck”, losa colaborante, encofrado colaborante o moldaje colaborante. Se la puede describir como un sistema de construcción pensado para utilizarse principalmente en losas de entrepiso, a las que se les puede dar un sinnúmero de aplicaciones.
Explicado de forma sencilla, una placa colaborante es una plancha metálica que funciona como una base para un encofrado y que permite crear una losa, en conjunto con una capa de hormigón.
El uso de la placa colaborante es relativamente nuevo en América Latina; pero ha cobrado un auge importante en las últimas décadas, debido a sus evidentes atributos, por lo que ha sido utilizada, incluso, en construcciones de gran importancia, como, por ejemplo, el Costanera Center, en Santiago de Chile, la torre más alta de Sudamérica, un edificio cuya estructura principal es de hormigón armado y tiene más de 70 pisos de altura.
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Toggle¿Cómo se ve una placa colaborante?
Para el ojo no entrenado, muy probablemente una placa colaborante se verá como una especie de techo de metal; pero realmente es una estructura (aunque también se puede utilizar para la creación de techos, como veremos más adelante).
En su configuración, una placa colaborante está conformada por una viga de base, sobre la cual descansa una chapa de acero. Esta chapa está diseñada para que sobre ella se vierta hormigón y se vayan rellenando espacios vacíos, creando una estructura completa, sobre la cual se coloca una malla de acero de refuerzo superior. Esta malla posee la capacidad de distribuir y repartir el peso que soportará de manera homogénea.
Para asegurar un comportamiento estructural óptimo, usualmente se usan pernos de conexión entre la losa de la placa colaborante y las vigas que la soportan.
¿Cómo se crea una placa colaborante?
Una placa colaborante está compuesta principalmente por bobinas de acero. Estas bobinas poseen refuerzos que les otorgan elasticidad y resistencia, a través de meticulosos procesos, que cumplen con normas internacionales de calidad. Además, las placas colaborantes pasan por un tratamiento final, a través del cual se crean los relieves y grietas en las placas, los mismos que permiten que el hormigón vertido sobre la misma se adhiera con facilidad y seguridad.
Durante su fabricación, una placa colaborante debe regirse por estándares muy elevados de calidad, algo que, sumado a su versatilidad y resistencia, la convierten en un material de construcción altamente confiable y efectivo.
Usos comunes de una placa colaborante
Debido a las cualidades que mencionamos anteriormente, las placas colaborantes suelen ser muy utilizadas en construcciones que requieren de alta confiabilidad y seguridad, las mismas que pueden ir desde obras relativamente sencillas (como ampliaciones de viviendas, pisos intermedios en un edificio, mezanines o techos), hasta otras mucho más complejas, diseñadas para soportar mayor tráfico (como estacionamientos, puentes peatonales o centros comerciales).
Placa colaborante = menos trabajo, tiempo y dinero
Las principales ventajas de usar una placa colaborante en una construcción pueden resumirse en tres aspectos puntuales: ahorro de tiempo, ahorro de trabajo y ahorro de dinero.
Los beneficios de su uso tienen que ver con su capacidad para transformar todo el proceso de construcción en una experiencia mucho menos complicada: incluirla como material de construcción estratégico reduce los plazos de trabajo y es mucho más fácil de manejar, por peso y forma. Por eso es ideal para proyectos ambiciosos, que requieren de mucha precisión y buscan acortar sus plazos de trabajo.
Estos son las principales ventajas de su uso:
-Es un panel muy fácil de manejar.
-Su instalación es sumamente sencilla, por lo que puedes ahorrar en mano de obra.
-Por su estructura, en la que se combinan varias formas y materiales, y por estar creada dentro de estándares elevados de calidad, logra generar superficies sumamente seguras.
-Por ser sumamente liviana y fácil de manipular (es mucho más liviana que la losa tradicional, por ejemplo). Reduce casi totalmente el uso de vehículos de transporte, como montacargas (un ahorro adicional para todo tu proceso de construcción).
-Al ser su proceso de instalación muy sencillo, no requiere de supervisión sostenida en cada detalle o etapa, por lo que, en una misma construcción, puede aplicarse a distintas fases al mismo tiempo.
-Debido a su particular forma y sus hendiduras, también permite ahorrar en gastos de materiales de construcción, especialmente en concreto.
La mayoría de placas colaborantes están hechas en acero estructural grado 37, galvanizado G-90, en un espesor de 0.8 mm. Lo que suele variar es su ancho y la forma de sus hendiduras, las mismas que se miden según la “altura del nervio”, que no es otra cosa que la profundidad de esas hendiduras. Normalmente, el cliente puede hacer un pedido específico, en cuanto a su largo.
¿Cómo cuidar y mantener una estructura de placa colaborante?
Usar una placa colaborante en una construcción es una decisión inteligente, siempre y cuando se le dé el mantenimiento correcto. Por su material, las placas colaborantes son susceptibles a la corrosión provocada por la exposición al agua y al aire; por lo que se recomienda pintarlas periódicamente para protegerlas.
Otro aspecto que se debe cuidar al usar placas colaborantes es su resistencia al calor, la cual no es demasiado alta (disminuye pasados los 300 grados centígrados), por lo que se deben tener precauciones especiales con este tipo de estructura, pues si no está bien protegida, podría existir un riesgo de incendios. Según el portal Arquitecturaenacero.org, “los sistemas de steel deck, al dejar la chapa inferior a la vista […], quedan expuestos también a la acción del fuego y deben protegerse adecuadamente frente a ello con recubrimientos según las consideraciones de resistencia al fuego exigibles o deseadas”.
Ahora que conoces las características, usos, ventajas y cuidados de la placa colaborante, puedes empezar a considerarla como un material de construcción clave, dentro de tu próximo proyecto. ¿Tienes preguntas? En AceroCenter, estamos para guiarte. ¡Contáctanos! O también puedes ver nuestro catálogo de materiales de construcción.